domingo, 17 de febrero de 2013

2008-2018 10 años de ser Nazareno


Hace 10 años que los caminos del Señor me llevaron a incorporarme a la Sociedad de Nazarenos. Fui desde los doce años Nazareno del Concilio, enseñado en un espíritu religioso a participar, eran épocas en que, pese a ser parte de la representación mediática, la escenificación involucraba al pueblo.
Mi abuelo Ernesto Rivera marcaba sus polines y tarimas para prestarlas para las escenografías, los primos de mi padre Nazario Rivera, de la familia Rosas, participan desde los años antes del apogeo mediático de la representación, ésta también pues ha sido parte de mi raíz cultural y religiosa, mi kerigma...
Lastimada mi devoción con el acto multitudinario que es ahora la escenificación de la Pasión, con sus muchos contras e intereses, no solo de los organizadores, si no también del propio grupo de Nazarenos, me decidí a buscar y pertenecer a los Nazarenos de la Iglesia, deseo que nuestro Señor me concedió la Semana Santa de 2008.
Además motivó la creación del presente blog, para difundir y manifestar quienes son los verdaderos Nazarenos y no por una cuestión de origen, si no de recta intención y devoción verdadera, autenticidad de sus razones de ser, pensar y creer.
Cinco años en total el Señor dio licencia de participar y ser parte de poder vivir en el sentido de la tradición y sobre todo de la Fe la experiencia de ser un "consagrado", es decir un Nazareno.
Nací a la vida en el sanatorio que está junto a la explanada del parque Cuitláhuac y como cristiano, por el Bautismo, en la parroquia de san Lucas Evangelista... mi identidad y mi Fe son ixtapalapenses.
Los caminos del Señor llevaron a mi familia a radicar en otros sitios y cuando formé la propia los senderos me llevaron al lejano Valle de Chalco... pero como saben, los que estén en mi situación, nos trasplantan, pero nuestra tierra de la que nos nutrimos al nacer siempre será nuestra tierra.
A diez años de ser miembro de la Sociedad de Nazarenos, aunque hoy inactivo, agradezco a Dios inmensamente este sagrado rol en la vida y espero que, aunque ya no puedo participar por las encomiendas que Él me ha dado en la parroquia donde vivo, mi corazón camine con mis compañeros Nazarenos portando al Divino Salvador. Mi túnica morada y mi mantel, hoy guardados espero me vistan en el último traslado de este existir, al panteón, y que  mi Fe siga adelante como sé que esta honorable, histórica y digna  Sociedad de Nazarenos seguirá por muchas generaciones.
Este espacio deseo mantenerlo, pese a ya no ser miembro activo, ni poder  dar testimonio año tras año de las actividades, pero aquí se retrata parte de su historia y vida... otros lo reseñarán... lo sé...
¡ALABO A DIOS, AVE MARÍA! ¡DIVINO SALVADOR, EN VOS CONFÍO!

ENLACE NAZARENO: Marcos Josafat Rivera González

sábado, 4 de agosto de 2012